Plasencia es una ciudad histórica con orígenes que se remontan a la Edad Media. Fundada en 1186 por el rey Alfonso VIII de Castilla, la ciudad fue estratégicamente establecida en una zona de frontera entre cristianos y musulmanes.
En la época medieval desarrolló una significativa importancia económica y política,
con una notable comunidad judía antes de la expulsión en 1492.
En los siglos XV-XVI fue un centro de poder de la nobleza, con familias importantes vomo los Zúñigas
que construyeron numerosos palacios. la relación con el obispado ha sido muy estrecha en su historia,
Los obispos constribuyeron a la consolidación territorial, poseían extensas propiedades y diezmos que les otorgaban
gran poder e impulsaron la edificación de la Catedral Vieja y Nueva.
Es un destino perfecto para los amantes de la historia, la arquitectura, pasear por sus calles hasta llegar a la Plaza Mayor a disfrutar de sus terrazas y su buena gastronomía.
Su casco histórico, rodeado por murallas medievales, alberga impresionantes joyas como la Catedral Vieja
y la Catedral Nueva, una combinación única de estilos gótico y renacentista.
Plasencia es un punto estratégico para explorar los paisajes del Valle del Jerte.
Un destino turístico de incomparable diversidad natural que te ofrece un viaje sensorial por paisajes
que van desde humedales hasta la alta montaña, atravesando dehesas, bosques atlánticos,
centros históricos de villas de montaña y cauces de ríos y gargantas.
Un territorio que cambiante desde los cerezos en flor hasta las cumbres nevadas,
garantizando una experiencia única de biodiversidad y belleza paisajística en Extremadura.
Album de fotos de Plasencia realizado por Celima y Chuty en la web Viajados.com
Plasencia alberga dos magníficas catedrales que reflejan su rica herencia arquitectónica.
La Catedral Vieja, de estilo románico, impresiona con su robusta estructura y detalles escultóricos únicos,
destacándose como una joya medieval en el corazón de la ciudad. En contraste,
la Catedral Nueva, de estilo gótico-renacentista, deslumbra con sus altas bóvedas y elegantes ventanales,
reflejando la evolución del arte sacro a lo largo de los siglos.
Ambos templos son testigos vivos de la historia y la espiritualidad de Plasencia,
atrayendo a visitantes de todo el mundo con su belleza y significado histórico.