Monfragüe fue declarado Parque Nacional el 27 de junio de 2007, siendo el primero de Extremadura. Las razones principales de su declaración fueron evitar cultivos que pusieran en peligro su extraordinaria biodiversidad, la conservación del matorral y el bosque autóctono mediterráneo y la representatividad de su bosque y la dehesa, y con ello la protección de su fauna, también amenazada.
Antes de convertirse en Parque Nacional, Monfragüe ya tenía figuras de protección:
en 1979 fue Reserva Integral de Rapaces, en 1994 Parque Natural, en 2003 Zona de Especial Protección
para las Aves y finalmente en 2007 Parque Nacional.
No hay horario y es de libre acceso, pero hay que respetar a los animales y no dejarles comida, como
las plantas, no pisarlas ni cortarlas, depositar la basura en los contenedores, pueden llevarse mascotas atadas. Tampoco se puede acampar ni hacer fuego, y un consejo: traer ropa y calzado adecuado.
Desde Toril podemos conocer el Parque Nacional de Monfragüe,
saliendo temprano, el paisaje se pinta de tonos dorados sobre alcornocales y encinares.
En el emblemático mirador del Salto del Gitano, se pueden observar parejas de buitres leonados planeando sobre los cortados
rocosos de Peña Falcón, mientras el castillo de Monfragüe emerge en el horizonte como un testigo silencioso de siglos de historia.
El río Tajo serpentea por el paisaje, creando un ecosistema único con extraordinaria biodiversidad, se puede divisar además de los buitres leonados, cigüeñas negras, alimoches, buitres negros, y con suerte, el águila imperial.
Por las rutas de acceso puedes encontrar ciervos, jabalíes, tejón, gineta… rodeados por la densidad del bosque mediterráneo.
Este territorio estuvo poblado desde la prehistoria, podemos ver esas representaciones rupestres en los distintos abrigos.
Los árabes construyeron el Castillo de Monfragüe en el siglo IX y en la reconquista pasó a manos cristianas, durante el siglo XV se añadió la Torre del Homenaje. Una visita obligada para observar el paisaje, unas impresionantes vistas del río Tajo y del paisaje salvaje que llega hasta donde llega tu vista.